Todos somos egoístas. Al fin y al cabo, ¿qué queremos todos sino ser queridos? Por mucho que nos disfracemos, nuestra alma lo único que hace es mendigar amor. Sin él vivimos como despellejados. Y se vive mal sin piel.
Porque -los recientes enamorados lo saben- amar a la corta es dulcísimo; a la larga, cansado; más a la larga, maravilloso.
¿Cansado por qué? Cansado porque siempre nos sale entre las costillas el viejo egoísta que somos y nos grita tres veces cada día que nadie va a agradecernos nuestro amor -es mentira, pero el viejo egoísta nos lo dice-; porque saca además aquel viejo argumento del ¿y a ti quién te consuela? Un falso planteamiento: porque el problema no es si nuestro amor nos reporta consuelo, sino si el mundo ha mejorado algo gracias a nuestro amor.
(D'un text de Martin Descalzo que hem utilitzat Esther i jo)
Vaja casualitat. Nosaltres també hem utilitzat un text de Martin Descalzo, La piedra filosofal. I per si val: "Amar sin preguntarse si nos lo agradecerán. Estar seguros de que, a la larga, incluso en este mundo, el amor acaba funcionando y también nos querrán más de lo que merezcamos".
ResponderEliminarTu creus que és casualitat?
ResponderEliminarEl text és "Mozo de equipajes".
ResponderEliminarI si no és casualitat, què és?
ResponderEliminarJa, ja sé que és de "Mozo de equipajes", per això t´escrit eixe trocet del text, perque el qui trobe la recepta per a la seua pedra filosofal, podrá ser mozo de equipajes.