viernes, 30 de abril de 2010

Ea, levántate y ama

Todos somos egoístas. Al fin y al cabo, ¿qué queremos todos sino ser queridos? Por mucho que nos disfracemos, nuestra alma lo único que hace es mendigar amor. Sin él vivimos como despellejados. Y se vive mal sin piel.

Porque -los recientes enamorados lo saben- amar a la corta es dulcísimo; a la larga, cansado; más a la larga, maravilloso.

¿Cansado por qué? Cansado porque siempre nos sale entre las costillas el viejo egoísta que somos y nos grita tres veces cada día que nadie va a agradecernos nuestro amor -es mentira, pero el viejo egoísta nos lo dice-; porque saca además aquel viejo argumento del ¿y a ti quién te consuela? Un falso planteamiento: porque el problema no es si nuestro amor nos reporta consuelo, sino si el mundo ha mejorado algo gracias a nuestro amor.


 (D'un text de Martin Descalzo que hem utilitzat Esther i jo)

4 comentarios:

  1. Vaja casualitat. Nosaltres també hem utilitzat un text de Martin Descalzo, La piedra filosofal. I per si val: "Amar sin preguntarse si nos lo agradecerán. Estar seguros de que, a la larga, incluso en este mundo, el amor acaba funcionando y también nos querrán más de lo que merezcamos".

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  2. I si no és casualitat, què és?
    Ja, ja sé que és de "Mozo de equipajes", per això t´escrit eixe trocet del text, perque el qui trobe la recepta per a la seua pedra filosofal, podrá ser mozo de equipajes.

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